domingo, 15 de abril de 2012


 En estos días pasados en que se ha recordado la guerra de Las Malvinas... se dio
riendas sueltas a los sentimientos y prevaleció en todos, ese espíritu patriota, nacionalista
inconfundible. Ese espiritu que se nos condiciona desde pequeñitos cuando se entonan los
himnos patrios: "dar la vida por la patria", "con gloria morir", "morir por mi bandera",
"la patria o la tumba"... en fin.
Cuánto dolor puede ocasionar esas luchas sangrientas por un trozo de territorio!!
Cuántas vidas jóvenes, truncadas para siempre!
Cuánto quedará en la memoria para siempre!!
Dolor, angustia, rencores, sed de venganza, justicia, justicia y más justicia, gritan a los
 cuatro vientos. Y?... qué se gana?
Convencida que nada nos pertenece, estamos aquí de paso...la tierra es de todos, somos
todos hermanos...pertenecemos todos a la raza HUMANA y no hay color, ni patrias, ni banderas... porque ella, la Tierra, Gaia... nos acoge, nos cuida, nos alimenta. Es la gran Madre y nosotros, sus hijos...continuamos sin aprender: SOMOS TODOS UNO, SOMOS TODOS HIJOS DE UNA MISMA MADRE, SOMOS TODOS HERMANOS!!!

Y lo que es más: Somos todos "chispas divinas" que estamos aquí aprendiendo, evolucionando, pero no para matarnos, para devorarnos unos a otros...estamos aquí para amarnos...!
Seres Divinos...acaso es eso lo que manifestamos?

Pensando en estas cosas, salió este poema...desde mi corazón:

 SIN PATRIA, NI BANDERA

Quiero sumergirme hasta lo profundo
del alma universal misma
y descubrir al fin al Ser Divino
que me habita.
Quiero nadar en su eterna esencia
allí, donde no existen barreras,
donde no hay límites ni banderas
ni patrias, ni fronteras
que amarte hoy me impidan.
Porque al fin he descubierto
que tú y yo, Uno somos.
Porque eres, porque soy...
explosión de luz en el cosmos
chispa encendida, 
la simiente dorada
que me grita a toda hora
que eres, y que somos...
 la divinad encarnada!!
(sumysel)

No hay comentarios:

Publicar un comentario